Según un estudio realizado en Estados Unidos, la respuesta sería entre los 25 y 32 años, ya que en ese periodo el porcentaje de divorcio son menores entre las parejas.
Una investigación que se promulgó por la organización Institute for Family Studies (IFS) de Estados Unidos y realizada por Nicholas H. Wolfinger de la Universidad de Utah, recopiló datos entre los años 2006 y 2010 de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar (NSFG) y los comparó con los registrados en 1995.
Aquí se reveló que las mayores tasas de divorcio en Estados Unidos se dan entre las parejas que se casan en la adolescencia y esto disminuye entre 25 y 32 años. Asimismo comenzaría a incrementarse hasta alcanzar los 40 años, un nivel parecido al de los más jóvenes.
El investigador señala:
«No es un misterio el por qué la gente que se casa cuando es adolescente enfrenta un alto riesgo de divorcio. Solo recuerda a tu novio o novia de la escuela. Junto con toda la emoción del primer amor venían los celos, la inseguridad y la presión de tus padres o amigos, así como dudas del futuro», escribió.
Además sostiene que a partir de los 25 años, cuando la persona tiene trabajo y sabe lo que quiere para su vida, está más seguro de mantener un matrimonio estable, mientras que:
«Las personas que esperan hasta después de los 30 pueden ser del tipo que no están predispuestas a hacerlo. Algunos pueden tener problemas en sus relaciones interpersonales y consecuentemente retrasan el matrimonio», escribió.
Señaló también que el incremento de los divorcios de las personas que se casan después de los 32 es una tendencia reciente, pues la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar de 1995 mostraba que disminuía en esta etapa.