En verano es más molesto estar resfriadas pues nos obliga a reposar en casa y tomar bebidas calientes, además de caldos o sopas. Mejor lo aliviamos con remedios caseros
El verano, la estación más esperada donde podemos vestir ligeras, alegres y despreocupadas. Una bebida helada diaria, el ventilador y el hielo son los mejores amigos pero… ¿qué sucede cuando la inesperada gripe nos ataca por el abuso de estos tres elementos?
No existe ninguna diferencia entre un resfriado de verano y uno de invierno, los síntomas y el cuadro que se sienten son los mismos. Ambos son una infección de las vías respiratorias superiores que dura, aproximadamente, una semana y su periodo de incubación es de 48 a 72 horas.
La gran diferencia es, en efecto, que sufrimos más al momento de curarnos. Todo debe ingresar a nuestro cuerpo en un estado CALIENTE. ¿Propicio para el verano? Para aliviar esta incomodidad, tenemos los mejores remedios caseros que, con mucha sencillez, te curarán.
Remedios caseros para la gripe
– Lavados nasales de agua con sal, que alivian las molestias de la congestión nasal y ayudan a limpiar las mucosidades.
– Hay una combinación clásica y efectiva para hacernos sentir bien y aliviar el resfriado: se trata de la miel y el limón. Puedes tomar una cucharadita de miel con el jugo de medio limón, o mezclarlos con una infusión caliente. El líquido caliente aliviará los síntomas y hará que tu nariz se descongestione, el limón aporta vitamina C y la miel es un antibiótico natural que te ayudará a luchar contra posibles infecciones. Siempre puedes dejarlo enfriar y tomarlo después.
– Si ese resfriado ha tapado por completo tu nariz produciendo una molesta sensación, hay una forma sencilla de aliviar este síntoma y respirar mejor: el vapor. Coloca en una olla agua y algunas plantas de eucalipto, espera que hierva y que suelte su aroma. Apaga el fuego y con mucha precaución acércate a la olla y respira sus vapores, para hacer más efectivo este remedio casero, puedes rodear tu cara con una toalla, de este modo el vapor estará más concentrado.
– Si tu resfriado solo consiste en malestar general, estornudos y un poco de dolor de cabeza, la miel con leche es también un gran remedio casero para aliviarte. Esta opción solo es recomendable cuando no hay mucosidad o flema, pues la leche suele aumentar su producción, por eso solo recurre a esta receta si estás libre de la flema.
– El kión es uno de los mejores antibióticos naturales que existen. Basta con hervir un poco de agua y verter kión fresco en la olla, deja hirviendo durante varios minutos y después toma la infusión. Repite varias veces al día y notarás los resultados.
– Los mucolíticos y expectorantes, hacen eliminar las mucosidades.
Existen tratamientos naturales como, por ejemplo, tomar comidas y bebidas templadas, beber zumos de frutas, hidratarse y descansar. Así mismo, no debemos olvidarnos de llevar una buena alimentación para subir las defensas.
El plan b: las pastillas
– Descongestionantes nasales, como oximetazolina, efedrina, fenilefrina, son muy útiles para controlar el goteo nasal y se consigue un alivio inmediato. Pero no es recomendable utilizarlos durante mucho tiempo, especialmente en el caso de las embarazadas, diabéticos o hipertensos.
– Los analgésicos o antitérmicos, como pueden ser el ibuprofeno o paracetamol, consiguen aliviar los dolores y disminuir la fiebre.
– Los antitusígenos (codeína, dextrometorfano, cloperastina), son de ayuda en la tos irritada, pero no se deben utilizar si la tos es persistente o con mucosidad.