Por motivos de divorcio, abdicación del trono, abolición de la monarquía, estas princesas de la realeza, nunca llegaron a ser reinas de sus países.
Reinas sin corona. Mujeres de la realeza, que casi llegan a ser reinas, o al menos tienen un alto poder en sus países, pero por azares del destino no lograron coronarse. Un ejemplo de ello fue la princesa Diana de Gales, quien creyó haber encontrado a su príncipe azul y se suponía que sería la próxima reina de Inglaterra.
El divorcio entre el príncipe Carlos la dejó sin corona. Además sufrió la humillación de la reina Isabel II, cuando le quitó el tratamiento de su alteza real, dándole el único título princesa de Gales.
Otra de las mujeres que se quedó sin corona, fue la divorciada estadounidense Wallis Simpson. El rey Eduardo VIII dejó el trono de Inglaterra por el amor de Wallis. Ambos pasaron el resto de sus vidas como los muy bon vivants duques de Windsor.
Dicen que Wallis juraba que si su querido esposo no hubiera abdicado ella hubiera podido ser, al menos, reina morganática del Reino Unido, y siempre le quedó por dentro esa frustración.
Carolina de Mónaco, también es otra reina sin corona. Después de la muerte de su madre, la princesa Grace en 1982 y de su padre, el príncipe Rainiero en el 2005, ha sido la imagen más importante de Mónaco. Pero las leyes favorecen a los herederos hombres y Carolina, aunque es la mayor y quien lleva el aura de glamour a Mónaco, ¡Se quedó sin corona y sin autoridad alguna!
Estas son algunas de las historias de la mujeres de la realeza, quienes tuvieron que soñar solamente con llevar la corona de reina de sus países.