Muchas marcas de cremas reductoras ofrecen resultados milagrosos, sin embargo hay que tener en cuenta que hay que combinarlas con dieta y ejercicio.
Las mujeres siempre nos vamos a preocupar por nuestra apariencia física y algunos de nuestros grandes problemas son las adiposidades en zonas localizadas como caderas, nalgas y muslos y además la terrible celulitis o piel de naranja. Para combatir todos estos problemas, algunas veces acudimos a las cremas reductoras que prometen resultados rápidos y sorprendentes. Sin embargo ¿qué tan eficaces son?
En primer lugar se dice que los activos contenidos en este tipo de tratamientos como las algas, la centella, el cromo, los antioxidantes, las vitaminas o la cafeína logran frenar la capacidad del tejido adiposo al momento de fabricar lípidos, además también se dice que degradan las reservas de los azúcares y la grasa. No obstante ninguna de estas premisas está comprobada científicamente.
A pesar de que las cremas reductoras pueden ayudar a quemar la grasa en zonas difíciles, no son milagrosas y deben ir acompañadas por una buena dieta balanceada y ejercicio.
Los especialistas indican que los resultados pueden notarse recién pasados los quince días de uso continuo y además recomiendan que es importante el momento en el cual se va aplicar, por ejemplo antes de la rutina física.
Por otro lado, aunque la mayoría de las cremas no son nocivas para nuestra salud, algunas están contraindicadas para las mujeres embarazadas o que están dando de lactar. Esto porque los activos pueden ocasionar daños en el bebé.
Ten en cuenta estos consejos y recomendaciones para bajar de peso sin engañarte o crearte falsas expectativas.