Caracterizado por la simpleza y sencillez de sus diseños, el vestido de noche minimalista es una prenda clásica y sobria donde menos significa más
El minimalismo es una corriente estética que se inició por los años sesenta, presentándose como moda en los setenta. Su apogeo se debió al particular estilo de cada vestido de noche que se diseñaba, ya que no buscaban ser glamorosos pero eran altamente sofisticados por su sencillez y neutralidad.
Para esta moda lo que predomina son los colores suaves y esto le da relevancia a la simpleza de los conceptos de los diseños, pues utilizan elementos ligeros y así evitan que la prenda sea pesada.
Los cortes rectos y sin mucho vuelo, la caída de los tiros y las costuras simples son características que engloban este estilo. Modelos clásicos que hasta hoy predominan son fruto del minimalismo.
Esta tendencia nació en oriente, donde se trabajó con la teoría de formar una unidad armoniosa, basada en la cultura japonesa donde el equilibrio es fundamental.
Este estilo predominó en los años sesenta sobre todo con los tonos blanco, marfil, arena, gris, entre otros. Pero en la actualidad se ha matizado con colores fuertes, creando la nueva era del estilo minimalista: moderno y alegre.
Como podrás ver, este estilo se ha convertido en una tendencia perfecta para utilizar como vestido de noche, pues es sobrio y elegante.