Las mujeres que tienen hijos después de los 33 años, tienen un gen que hace el envejecimiento más lento y reduce las enfermedades relacionadas con la edad.
La investigación dirigida por Thomas Perls, profesor de la Universidad de Boston Medical Center, tomó una muestra de 462 mujeres. El resultado arrojó que aquellas que habían tenido su último hijo de manera natural después de los 33 años, tienen el doble de posibilidades de vivir hasta los 95 años, en comparación con las mujeres que dieron a luz a su último hijo a los 29 años.
Se cree que el gen que permite a las mujeres tener hijos a una edad más avanzada, es el mismo que hace más lento el envejecimiento y disminuye el riesgo de contraer enfermedades relacionadas a la edad, como las cardíacas y el cáncer.
El profesor Perls señaló que la investigación no analizó los problemas congénitos de las mujeres y por ello recomendó que los resultados del estudio no deben ser tomados como razón para que las mujeres retrasen a propósito la edad para tener hijos.
Es importante tener en cuenta que si bien los resultados fueron concluyentes, toda mujer pasados los 30 años aumenta el riesgo de desarrollar problemas congénitos.