De cómo lo más llamativo de un concierto no necesariamente es la gran voz de los cantantes.
Digámoslo de una vez: una puesta en escena no es un elemento “más” en un concierto. Y no sólo estamos hablando de toda la parafernalia de grupos como One Direction o Justin Bieber que encanta a las adolescentes. No. Numerosos son los grupos que ya tienen un sello propio en lo que se refiere a iluminación, efectos visuales, entre muchos otros artilugios que acompañan a la ejecución de sus canciones.
¿O acaso los conciertos de Michael Jackson hubieran sido lo mismo sin todas sus coreografías y demás? Pues bien, un estudio de la Universidad de Londres asegura que, al escuchar una canción, tomamos más en cuenta lo que vemos, que lo que oímos. Concluyeron eso luego de que poner a mil músicos a juzgar una serie de interpretaciones musicales entre las que debían de identificar al ganador del certamen.
Los tres grupos de la muestra eran los siguientes: en el primero, sólo se oía la música, en el segundo sólo se podía ver el espectáculo, y en el tercero se veía y oía. ¿Resultados? El 46 % de los músicos fue capaz de adivinar el ganador viendo grabaciones del video en silencio, mientras sólo el 30 % se basó en grabaciones sonoras o audiovisuales.
Luego no es difícil suponer las consecuencias de la espectacularidad de shows como los de U2, por poner un ejemplo. Por cierto, Incubus también tiene fama de puestas en escena muy buenas. Pero claro, luego de la esperanza de su venida a Perú no aparecemos en su calendario de conciertos. Será hasta otra oportunidad.