Las toxinas más comunes que encontramos en las botellas de plásticos son el benceno y las dioxinas. Estas pueden causar cáncer y problemas de fertilidad.
Quién no rellena sus botellas plásticas con algún tipo de líquido, sin embargo hay que tener en cuenta que es muy perjudicial para nuestra salud, aprende por qué. Primero busca una botella de plástico de esas que conservas en la cocina o en la refrigeradora y mira debajo del envase, verás un símbolo en forma de triángulo y un número dentro. Cada código tiene un significado.
Existen 7 tipos diferentes de números basados en su composición química y te indicarán si se pueden reciclar y además si se fabrican a base de la mezcla de otros plásticos.
Quizá no entiendas mucho que significa cada símbolo, pero aquí te explicamos lo básico. Hay que tener en cuenta primero que todos los plásticos contienen toxinas que pasan al producto envasado, ya sean líquidos o sólidos. Recuerda que también muchas latas llevan un revestimiento interior de plástico que también puede ser peligroso.
Las toxinas de las que hablamos cuando nos referimos a botellas de plástico son el benceno y las dioxinas. Por su lado, el benceno es cancerígeno y ataca al sistema inmunológico (aparición de leucemia). Por otro lado, las dioxinas alteran el sistema reproductor, afecta la menstruación y reduce la fertilidad masculina.
La gran mayoría de botellas de agua suelen ser del primer tipo: PETE o PET (el código 1) y su composición influye en las hormonas femeninas, específicamente los estrógenos. Hay una hipótesis que señala que el fenómeno del adelanto de la menstruación en los últimos años tiene que ver con esto.
También se puede entrar en contacto con el Bisfenol (BPA) que es el responsable de los abortos espontáneos, el cáncer de mamas y de útero y la disminución de la testosterona. La gran mayoría de las tazas y biberones para bebés contienen este tipo de plástico. Al calentarlos en el microondas se favorece su transferencia a la leche u a otro líquido o sólido.
Aquí te damos algunas recomendaciones para poder vivir más saludable sin vernos afectados por el plástico:
Es un poco difícil, si vamos a calentar comida en el microondas, no usar plástico, sin embargo podríamos también optar por utilizar jarras de acero inoxidable o cerámica. Recuerda que el acero no se puede usar en el microondas pero la cerámica sí.
Cuando laves los envases de plástico intenta solo usar agua y nunca productos de limpieza muy fuertes pues aumentan la transferencia de sus compuestos más tóxicos, solo basta con lavar con agua caliente.
En el caso de los niños, lo mejor es que usen cantimploras de aluminio, de esas que venden para las excursiones. Son muy resistentes, fáciles de limpiar, no desprenden toxinas y duran mucho tiempo.