Los ataques de pánico y de ansiedad tienen síntomas como dificultad para respirar, malestar estomacal, sudoración, desesperación, entre otras.
Muchas personas confunden los ataques de pánico con los de ansiedad, sin embargo detrás de ello se encuentran las circunstancias particulares y serios problemas de estrés. Recuerda que un estrés no resuelto nos hace más propensos a sufrir de ansiedad o pánico, síntomas que pueden alterar nuestro estado físico y mental. Aquí te mostramos algunas señales que te servirán para darte cuenta si sufres de alguno de estos trastornos.
Las personas que sufren de ataques de pánico tienen estos cuatro síntomas al menos: molestia o dolor de tórax, mareos o desmayos, miedo a la muerte y miedo de perder el control o de una muerte inminente.
La sensación de asfixia, desesperación, sentimientos de irrealidad, náuseas, malestar de estómago, hormigueo en las manos, pies o cara y palpitaciones son otros síntomas relacionados.
Por otro lado, hay dificultad para respirar, sofocación, sudoración, escalofríos y temblores.
En cuanto a la ansiedad, los síntomas son resequedad en la boca, sudores fríos, dificultad en la respiración, vómitos, diarrea, pérdida de vista temporal y mareos.
Si el caso es más grave se puede llegar a un trastorno de ansiedad generalizada. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, agitación, insomnio, sudoración, dificultad al respirar, dificultad para concentrarse.