Unas sí y otras no, las frutas combinadas en una ensalada deben pasar por un proceso de selección para conocer los aportes de cada una a tu cuerpo.
Los vegetales en las ensaladas son tan cotidianos que vale la pena alterar un poco la rutina. Qué mejor forma de hacer con un poco de frutas que alegran no solo con sus colores sino también con las propiedades que cada una ofrece.
Naturalmente, es un platillo muy fácil de preparar y digerir siempre y cuando se tomen en cuenta los elementos necesarios para hacer de este un alimento equilibrado.
Por eso, si consideras usar fresas, que no pasen de cinco, pues es el punto medio. Una unidad de plátano también bastará para dar la cuota de potasio y energía que requieres cada día, además de una manzana que trabaja como un gran antioxidante.
La vitamina C llegará con una naranja picada en cuadros que derramará algo de jugo sin la necesidad de ser exprimida. El infaltable kiwi para darle el tono verde también será necesario para esta aventura.
Puedes acompañarlos con gelatina de cereza o de durazno dietética. Antes de comenzar a hacer la ensalada, prepararlas y haz que congelen en recipientes de silicona con formas de rectángulo para acompañar tu creación.
No olvides limpiar bien y pelar todas las frutas y trozarlas en cuadrados pequeños para no llegar a atragantarte. Lo último que queda es disfrutar de esta ensalada hecha un festín saludable y equilibrado con los nutrientes necesarios para tu cuerpo y los colores más divertidos que existen.